25 de julio de 2011

Gritos

Silencio.
No, el sonido de sus lágrimas cayendo sobre el pavimento.
Esta muerta.
Cae la noche acompañada de una fina lluvia.
La sujeta tiernamente entre sus brazos, como ayer, visiones de un pasado muy distante lo atormentan mientras la angustia crece rápidamente en su pecho.
Grita.
Su eco resuena en todo el camino, quizás así, en donde sea que esté, lo oiga, y recuerde, y vuelva.
Pero no, su alma está muy lejos ya, no va a oir, ni recordar ni volver, porque el tiempo ha desgastado los ojos y el corazón, y mas allá de la lluvia él está tan solo como un náufrago en el mar.

- Volvé! acaso estuviste conmigo alguna vez? - Grita, presa de una angustia atroz.

No hubo respuesta, jamás va a haberla. Sus palabras se pierden en el viento y la lluvia.

4 de julio de 2011

Y beberé el néctar que emana de las heridas de esta alma marchita, así me envolverá lentamente esta dulce esquizofrenia, para que de a poco olvide lo que es real y baile eternamente de la mano de la fantasía, o bien, quizás lejos, en el mundo de los recuerdos, porque nada mas importa ya.