26 de enero de 2011

Esclavos de la virtualidad

Para vos y para ella.

Separados por un espacio y tiempo infinitos, unidos por aquello que roza con la nulidad.
Él cree que dice, ella cree que escucha, en ese lugar...
Allá, donde ecos de un silencio eterno y tan efímero como un click, se repiten por siempre, una y otra vez.
Allá, donde ángeles y demonios se ven morir en una pantalla, apresados por palabras secas e idiotas que nunca llegarán a reflejar su ser.
Allá, donde teclas que mutilan pensamientos hasta dejarlos irreconocibles, diferentes, sufriendo, cuando ven que no son ni una sombra de lo que querían mostrar.

Oh! como pudiste? atrapaste dos almas en tu seno y ahora la eternidad parece mas real que nunca!
Te odio y te amo virtualidad, nexo invisible, molesto, incompleto, pero también único entre los desventurados refugiados de los designios del universo.

No obstante, aun así, como me gustaría verte morir, aunque sea, por un día...

14 de enero de 2011

Presencias interiores - Tercer Acto

- Esto es todo culpa tuya! - me gritó la presencia,

- ¿qu…? - no alcance a terminar la palabra, el se había abalanzado sobre mi y me sostenía fuertemente de los hombros.

Ya te lo dije antes, yo fui concebido libre y completo en la tierra de la abstracción, donde danzan los sentimientos y florecen las artes, oh bello mundo… - pareció recordar con melancolía, aunque en un segundo volvió a su expresión de ira.

- Apenas naci, vi a lo lejos a mi contraparte refulgente y me sentí inmediatamente atraído hacia ella. ¡Claro! ¡Si era la razón de mí existir!

- Y así comencé a caminar hacia ella. Cuando me acerque lo suficiente como para que su luz proyectara mi sombra hacia el infinito, lo vi, sentado sobre la hierba, esperándome, libre, sin ninguna burbuja a su alrededor, y fue lo más hermoso que pude haber visto.

- Me disponía a tocarlo, nada iba a impedir que nos fundiéramos y fuéramos uno, pero de pronto, llegaron… - se interrumpió bruscamente, me miro fijo y sus ojos parecieron cobrar un odio renovado y libre hacia mi.

- qu… quienes…? - dije temeroso

- LAS SILUETAS - grito con tanta fuerza que me aturdió por un segundo y toda la tierra pareció vibrar

- ¡Vinieron de a cientos! ¡no, de a miles! ¡y lo rodearon al pobre! ¿que iba a hacer él? ¡por su cuenta es inútil! - sollozaba

- Lo envolvieron en esa maldita capsula de realidad, que tan frágil como parece, encierra todo el poder imaginable y yo no pude hacer mas que mirar y llorar a lo lejos, hasta que de pronto, sentí la tierra vibrar y todo se transformo.

El suelo desparejo y colorido dio lugar a esta superficie cuadriculada y bicolor, las nubes y arboles se convirtieron en formas rígidas y muertas

Y entonces me di cuenta, nos habían desterrado a la tierra de la lógica, del cálculo infinito de causas y consecuencias, la cuna del que pasaría y la tumba de la espontaneidad - pareció tranquilizarse, pero solo porque en ese segundo, la tristeza le pesaba mas que la ira.

Y ahora estoy así como me ves, agonizando, muriendo un poco mas cada día… - me atreví a interrumpirlo

- pero porque, porque tenés que morir..?

- ¡tonto! no puedo alcanzar la razón de mi existencia, no tengo propósito para vivir así que paulatinamente voy desapareciendo, porque vos, ni siquiera tenés la generosidad de matarme de un solo golpe, de una maldita vez por todas, no, te seguís aferrando a mi y me condenas a la agonía hasta que por fin dejes de recordarme y pueda morir en paz ¡como pudiste hijo de puta! - dijo gritando casi todo el tiempo, acompañando sus últimas palabras con un golpe terriblemente fuerte en el pecho, luego me tiro al piso y se subió encima mío

- pero porque es esto mi culpa, que tengo yo que ver?! - grité con las fuerzas que me quedaban.

Casi pareció divertido con mi pregunta.

- Vos soltaste a esa horda de pensamientos, vos liberaste ese mar de dudas y temores en ese segundo de duda, por tu culpa yo jamás podre estar completo y encima me desterrás a esta horrible tierra de conjeturas imposibles y eternas! - otro golpe, esta vez en la cara.

Cerré los ojos y recordé

No, no podía ser, no es posible que tenga razón… como es que…

Los abrí, y no pude pensar mas. En su mano, la presencia sostenía una daga gris con las dos manos.

Se lo veía casi feliz, excitado, ansioso, no pude evitar pensar en lo que iba a pasar, y al instante emergieron del suelo cientos de siluetas a nuestro alrededor que formaron un circulo con nosotros en el centro. Ninguna susurraba nada, estaban calladas, mirando la daga gris, esperando, como morbosos espectadores de un show siniestro.

- Oh mi querido caminante, pero ahora… - se reía como un loco, había perdido la cabeza - ahora te condeno tal y como vos lo hiciste conmigo… cada vez que la recuerdes vas a sentir el mismo dolor que yo siento ahora, y no voy a ceder hasta que me sueltes de una vez y me dejes morir en paz… - alzó la daga sobre mi

- ¡ahora vas a sufrir!

La daga cayó sobre mi pecho mientras un grito ahogado salía como podía de mi boca.

El dolor es insoportable, una y otra vez el puñal hiere mi cuerpo, el alma y el corazón al mismo tiempo, no puedo hacer nada para evitarlo, y de pronto, me siento arder, en todas partes, las siluetas estaban concentradas en mi, todas a la vez, todas susurrando, sus ojos vacios laceran mi piel y mi mente sin tregua, el dolor es indescriptible, inimaginable, no puedo, ya no puedo, por favor que paren, por favor, ¡POR FAVOR!

Parpadeé

Abro los ojos y estoy de nuevo frente a la ventana. Ya no hay formas, ni luces ni siluetas, ya no queda nada de ese mundo perverso en esta realidad, a excepción de… oh… no…

Apenas lo recuerdo siento como apuñala mi pecho, cumple su castigo tal y como describieron sus palabras, no puedo pararlo, esta dentro de mi, para siempre.

¿Y saben que? Creo que así quiero que sea.

12 de enero de 2011

Presencias interiores - Segundo Acto

Lo vi y era yo.

~

Sus ojos se encontraron con los míos y entonces pude apreciar su profundidad, vi alegría y dolor, pero también enormes cantidades de algo que no pude comprender, algo no bueno. Pero no pude quedarme meditando, en un segundo sentí una puntada en el corazón, directa, seca y certera. El dolor no se hizo esperar, y en respuesta a él no pude hacer más que inclinarme violentamente hacia adelante y tomarme el pecho con las dos manos.

Parpadeé

Allí estaba yo de vuelta, parado y desorientado. Ya no sentía dolor, no, su lugar había sido reemplazado por una inmensa, insondable, inconmensurable tristeza que de la nada caló hasta lo más profundo de mi alma y me quito la respiración.

La forma en la que me sentí en esos últimos cinco segundos podría compararse con morir, sentir el infierno y resucitar… adentro de un ataúd.

~

Dejé escapar una lágrima, no pude evitarlo. Mi otro yo lo notó y me miró con una expresión extraña, como curiosidad pero mezclada con… odio…?

Decidí no pensar en ello, tomé la lagrima con un dedo y la tiré lo más lejos que pude. Curiosamente, al tocar el suelo, emergieron del mismo punto tres siluetas grises que nos miraron al unísono - No nos movimos - Bajaron la cabeza y comenzaron a caminar, susurrando y repitiendo sus funestas palabras. A lo lejos pude escuchar a uno repetir - Nunca, nunca, nunca, nunca… -

Un terrible escalofrío recorrió mi espalda.

~

Miré a mi silueta y disimulando lo mas que pude le dije

- ¡Buenos días, tardes o noches mi ecuánime compañero! ¿podrías decirme cuál es tu nombre?

Dejó de llorar y me contestó:

- Lamento informarle, desconocido caminante - había un dejo de ironía en sus ojos… - que no tengo nombre.

Lo miré desconcertado

- Sería inútil, déjeme ver ¿podría usted, acaso nombrar el sentir de un amor semi prohibido, palpable pero infinitamente irreal…?

No contesté

- ¿Podrías acaso definir con una sola palabra la experiencia de sentir a la muerte caminando cada vez mas y mas cerca, acortando la distancia con cada exhalación, cada pensamiento, cada milésima de segundo?

Otra vez no supe que decir.

- No creo que puedas, así que bien, yo tengo un poco de ambas cosas, pero para ahorrar palabras y discusiones filosóficas, podés llamarme presencia semitransparente.

Estaba agitado, se notaba que sentía aquello que explicaba. Yo seguí.

- Bien, un placer presencia semitransparente, espero que no le moleste que continúe con mis preguntas…

No dijo nada, pero no se lo vió molesto.

- ¿Por qué sos idéntico a mi?

Dejo escapar una risita.

- Porque yo, mi querido compañero, soy aquello que enterraste en lo más profundo de tu alma, porque soy aquello que es puramente definido por tu ser, por tu existencia, eso que no puede ser adulterado, ¿Cómo podría ser otro? Si mi razón de ser esta clavada en aquel rincón de tu corazón sobre el cual no tenés poder. - Otra risita, como si le hiciera gracia lo que decía.

- Pero… ¿Quién sos?

- Soy el sentimiento primo, el que nació en una milésima de segundo y que tan pronto vió la luz se la quito aquella que no tiene honor ni orgullo, soy el inútil, el que odiaste desde que me viste, soy aquel que se despierta cada vez que me llamas cuando ella se aparece, el que infinidad de veces quisiste matar y no pudiste, el sobreviviente, el que nació para ser libre y esta tristemente encarcelado, el que tiene un objetivo en su vida y ahora mismo, el que esta próximo a morir, desconocido caminante, ese soy yo.

Sus palabras me dejaron helado, pero no puedo detenerme, tengo que seguir preguntando…

- Dijiste que tenias un objetivo ¿podría saber cuál es?

Por primera vez se bajo del cubo gigante en el que estaba sentado y tomo del piso el pequeño cilindro con el cual (me di cuenta más tarde) yo había tropezado minutos atrás. Se agacho y lo puso en posición vertical, y ahí fue cuando lo note por primera vez, increíble que no lo hubiera visto antes.

- A que no te habías dado cuenta - dijo sonriendo

No, no me había dado cuenta, el cilindro tenía dos sombras.

~

- ¿De dónde vienen? - Dije asombrado

- La primera de la lógica - señalo hacia arriba.

A lo lejos se podía ver una especie de enorme dado con muchísimas caras que emitía luz.

- Y la otra viene de allá - Y señalo hacia una esfera flotante

Estaba confundido, hasta que esta se movió y dejo ver algo a lo que tampoco había prestado atención antes. A lo lejos, muy a lo lejos, se veía una semiesfera de luz azulada muy potente que me encegueció por un segundo.

La presencia la señalo y dijo ese es mi objetivo.

~

No tuve que pedírselo, ambos empezamos a caminar en esa dirección.

- ¿Dónde se supone que estamos? - pregunte yo, luego de caminar por un rato

- Este lugar vendría a ser la parte racional, completamente solida y gobernada por la lógica, un ambiente angular y matemático, repugnante - Se notaba en su rostro que no le gustaba el lugar.

Me sentí intrigado acerca de su odio y él lo notó

- No pertenezco acá, yo nací en la tierra de la abstracción y el sentir, pero cuando entendió lo que representaba me desterró a esta maldita tierra de números y posibilidades.

Intrigado pregunté:

- ¿Quién te desterró?

No respondió.

~

No intercambiamos palabra hasta un rato después, cuando empezamos a notar que había cada vez mas siluetas grises a nuestro alrededor.

De la nada dijo:

- Puaj, siluetas, son lo peor que hay mi querido caminante, son la representación de la oscuridad misma del ser, son los títeres que usan los peores temores para salir de sus cárceles mentales.

Lo mire extrañado.

- Y obviamente que vienen acá, a la tierra del eterno calculo, a vagar por estas tierras comprobando posibilidades y probabilidades hasta que uno crezca tanto que pueda ascender al próximo nivel y pueda cumplir su propósito.

Otra vez lo miré.

- Romper todo - dijo sonriendo.

~

Seguimos caminando.

Después de lo que para mí fue una hora, comenzamos a subir una especie de suave colina y ahí lo vi, todavía a cierta distancia, pero tan nítido que parecía real.

Había una semiesfera, si, pero era transparente, como una burbuja clavada al suelo. La luz venía de adentro, de algo que parecía ser… una silueta…?

Si, era una silueta humana que emitía luz y estaba atrapada en esa capsula. Observé con más atención y noté que estaba de rodillas “mirando” (no podría saberlo, la luz era tan fuerte que solo se distinguía su forma general) en nuestra dirección apoyando las manos contra esa frágil prisión, como rogando salir.

La presencia, que estaba parada a mi lado también notó esto y su rostro cambio repentinamente a una mueca de decepción y profunda tristeza, más profunda inclusive, que la que pesaba sobre mis hombros en ese momento, pero otra vez me pareció que había algo detrás, algo que no podía entender del todo, y otra vez, al afinar la vista me encontré con lo que parecía ser odio.

~

- ¿Quién es ese? - pregunte una vez que su expresión se calmó

- Eso, compañero, es mi contraparte, tal y como la noche es la parte del día que no es día, el es la parte mía que no soy yo. El propósito de mi existir es encontrar a este ser igual pero distinto, liberarlo de su eterna cárcel y fundirme con él para mandar nuestro mensaje al exterior, cumplir el propósito por el que nacimos.

- ¿Y qué estamos esperando? - dije entusiasmado y salí corriendo en esa dirección preso de la curiosidad.

- ¡No, idiota! - me gritó mientras me alejaba, pero yo apenas lo escuchaba, tengo que sacar a su contraparte de la burbuja ¡no sé porque pero tengo que hacerlo!

De pronto la presencia se materializo en frente de mi camino y me frenó tomándome con fuerza de los hombros.

- ¡Estúpido!¡no ves acaso lo que estuviste a punto de hacer! - me gritó

Y ahí recién lo vi

~

Ahí estaba yo, a diez metros de la burbuja, pero la perspectiva desde donde estaba antes no me dejaba ver. Alrededor de esta, en un círculo perfecto y enorme, giraban cientos y cientos de siluetas grises. Caminaban una pegada al lado de la otra, en una macabra danza de tristeza y temor. No se miraban entre si, tenían la cabeza gacha y susurraban sus tétricos mantras una y otra vez, para siempre.

Esta marea de siluetas se encontraba hundida en el suelo, como si hubieran caminado ahí por tanto tiempo, que sus pasos erosionaron el suelo y los va enterrando cada vez mas en su propia miseria.

- ¿Te das cuenta? Nadie sobreviviría a caminar entre esos seres, te devorarían, crecerían y luego destruirían todo a su paso por todos los niveles - me dijo la presencia.

Y ahí entendí todo, cerca pero a la vez inalcanzable, rodeado por un mar infinito de dudas y temores, él nunca va a poder alcanzarlo, nadie podría, a excepción de aquel que no tema morir.

- ¿Pero porque?¿Como es que pasó esto? - dije consternado

Me miro y totalmente descolocado dijo

- Esto, maldito caminante ¡esto es todo culpa tuya!

8 de enero de 2011

Presencias interiores - Primer Acto

Estoy sentado, miro por la ventana, es un día soleado pero ya no siento el calor ni la luz, no desde que… y así lo veo llegar, llevado por una tormenta de pensamientos que me sumergen lentamente en un trance semi inconsciente, un viaje a los confines de la mente para resolver aquello que turba mi alma. Me siento caer infinitamente, pero así también relajado, hasta que finalmente, perdido entre mareas de recuerdos y reflexiones aparezco en una tierra desconocida.

~

Abro los ojos nuevamente, ya no hay mas ventanas ni sol, estoy parado sobre una grilla cuadriculada de color blanco y negro que se fuga hacia un horizonte que se extiende infinitamente frente a mi. Alrededor solo hay formas, coloridas y variadas, algunas sobre el suelo y otras flotando por encima de mi cabeza.

Mi confusión es extrema, no se donde estoy, no se como llegue ahí y tampoco se como salir, no obstante una palabra logra escapa de mis labios ante tal desconcierto, geométrico.

~

Camino lentamente, no se a donde me dirijo, pero una suerte de intuición superior lidera mis pasos y me lleva por parajes desconocidos, aunque por alguna razón, no me importa, se que inconscientemente voy a donde tengo que ir.

Tras unos momentos veo algo a lo lejos, parecen ser… personas…? La curiosidad creció de forma instantánea en mi interior y me impulso a tratar de hablar con una de ellas. Note que de lejos estos seres se veían de color gris, y conforme me fui acercando, descubrí, extrañado que ese era su color, desde su piel hasta su ropa, gris.

En fin, no me interesaba averiguar el porqué de su descolorida existencia, solamente quería hablar y así tratar de entender en donde me encontraba.

Caminé hacia el ser que tenía más cerca y le apoye la mano en el hombro.

- Hola! Quien es ust… -

No alcance a terminar la frase. “Eso” giró la cabeza rápidamente y note horrorizado que sus ojos eran dos cuencas vacías, así como su boca. Era un cascaron hueco y gris que se movía. No había atinado a correrme, cuando aun con su rostro apuntándome (supongo que mirándome) y agarrándome de un brazo con fuerza, me dijo con una voz seca y gutural

- No hay tiempo, la vida acelera, vos te quedas atrás, el amor no te va a esperar, si no lo salís a buscar vas a quedarte solo para toda la vi…

No escuche mas, conseguí zafarme por la fuerza y corrí, pero tropecé con un pequeño cilindro que rodaba por ahí y caí al suelo, todavía lo suficientemente cerca de “eso” como para sentir como sus inexistentes ojos me escrutaban incesantemente, ¡Aggh su mirada me duele, me duele mucho!

No puedo más, me levanto y corro en otra dirección pero siempre veo lo mismo, siluetas de personas en color gris, todas susurrando terrores inconscientes como poseídas, todas muertas.

~

Me estoy cansando, la mayoría de las siluetas ya quedaron atrás. Por un momento me relajo y siento contra el borde de un cubo azul de grandes proporciones, cierro los ojos y ahí lo escucho… un sonido leve pero audible…

Me levanto, rodeo el enorme cubo, y entonces lo vi, sentado sobre el borde derecho en una posición imposible. Era una silueta, pero distinta de las que escape antes, esta era semitransparente y sus bordes titilaban, se coloreaban y esfumaban varias veces en un parpadeo.

Me acerco mas, escucho que está llorando y noto que tiene la cabeza entre las manos. Se lo ve completamente abatido… de pronto, levanta la vista… y en el segundo en el que sus líneas se marcaron lo vi ¡soy yo!

5 de enero de 2011

Y entonces fueron tres

Una jaula de acero, tres entes la forjaron sin quererlo, y ahora, preso me encuentro tras sus barrotes, en la oscuridad y solo.
El plan se talló sobre la roca suavemente pero la casualidad caló mas profundamente su propio camino, y como agua transparente los tres fluimos estúpidamente y sin control de nada hacia el ahora.
De a poco el peso se fue acumulando, y la incomodidad se convirtió en terror, el terror se transformó en tristeza, y a la tristeza la acompañó la soledad.
Se ve que ahora corren juntas de la mano hacia tierras desconocidas, con la propia tierra abriéndoles las puertas, y parece que el camino empieza a tomar el rumbo mas temido... pero NO! no lo voy a permitir... aunque... que puedo hacer? la espada ardiente se siente tajante en mi pecho, y detrás mio, el precipicio raya con escalofríos mi espalda, y yo, poco a poco me vuelvo frágil, construido solo con incertidumbre.
En mi frente esta tallado con fuego un enorme no sangrante. No importa el dolor que produzca, solo así quiero probar mi sentir, pero es inútil, nadie lo cree y ahora, incluso yo estoy empezando a dudar...

3 de enero de 2011

La porción oscura

El sol ilumina nuevamente las verdes praderas de la existencia que brillan, florecen y se regodean en el gozo de la alegría, pero tristemente, sumergido en lo profundo del bosque, en ese espacio tan solitario y doloroso donde no penetra su luz, la oscuridad domina y la vida espera hasta que ella mueva las ramas que cubren el firmamento para llevar la felicidad allí nuevamente, pero simplemente, no está.
Paseando entre esos parajes, descubro y redescubro la realidad de la soled... oh! un momento! que son? miro detalladamente y veo... siluetas...?
Si, siluetas, siluetas que danzan y corren entre los arboles, que danzan y se esconden, que danzan y se escapan, otra vez.
Una porción de su ser siempre está ahí, pero no están vivas, se mueven manejadas solo por los hilos de la mente y del destino, revividas eternamente por los recuerdos.

En fin, ahora me iré de vuelta a la llanura de la felicidad, a sentir el calor, a olvidar.