Los ojos me pesan, pero no puedo mantenerlos cerrados, mi imaginación vuela cuan ave estrenando sus alas pero me hace sentir enfermo, incapacitado, disminuido, antiperceptivo o menos disponible a la recepción de estímulos.
Al cerrar los ojos veo todo pero no veo nada, siento aunque no estoy sintiendo, y veo como poco a poco las paradojas van devorando la poca cordura que me resta.
Mi cabeza parece de helio y mi cuerpo de la mismísima nada, recibo los estímulos como si estuviera en una botella de vidrio llena de éter, que no tiene ni principio ni fin, pero si una tapa para entrar, aunque no para salir. Nado en busca de una salida, pero todavía no la encuentro espero verla pronto, o sino todo mi ser quedará atrapado allí...
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