Esos malditos seres

Imaginen un animal mítico, confundido, y a veces malvado, que a pesar de poseer el poder de la razón elige tan irracionalmente, como lo haría una simple piedra que yace en el suelo. Imaginen un animal que escoja a su pareja por su flamante plumaje en vez de por como cuida a sus hijos, que seleccione al mas dotado en vez de al mas capacitado, imagínenlo por un momento, les pido...

Ahora ponganle dos brazos, dos piernas y una cabeza y luego llamenlo humano.

Imaginen gente ¿vacía? que atraviesa este mundo en pos de la diversión, del placer, del dolor; que pide a gritos la llegada de aquel utópico ser que llene sus vidas de cariño, pero sin embargo corre y se desvive por alcanzar a aquel que solo la usará. Gente que deja caer lagrimas de hipocresía a causa de un error fruto de su misma estupidez y descarga sus lamentos por las suertes del destino en nosotros, las efigies de la confianza, los monolitos de la compañía, los que siempre estamos.

¿Y que papel jugamos nosotros, simples mortales, en este terrible espectáculo de mentiras? quizás el de provisorios proveedores de entretenimiento, el de arlequines con el deber de entretener a un público de uno solo, el de suplentes temporales de ese que mas los hará reir.

Quizás estoy en lo cierto, quizás me equivoco (o al menos eso espero), solamente el Señor Tiempo se encargará de susurrarnos la respuesta al oído mientras dormimos.

A lo mejor vos sos partícipe de este show, a lo mejor vos no, lo cierto es que estos seres "mitológicos" abundan en todos los rincones del planeta, pero tranquilo, que para matarlos solo debes decir adiós y volverlo a los ojos de tu mente, inexistente.