La duda es un bajón, nos asalta con la ignorancia y nos golpea con el dolor de un disparo, nos desorienta cuando ya estamos desorientados y nos confunde cuando ya estamos confundidos (valga la redundancia!).
La duda te obliga a replantearte quién sos, cómo sos y hasta el "para qué" sos, pero seguro que no llegas a una conclusión, porque para eso te llega una duda, para volverte loco, para descomponerte en mil fragmentos, analizarlos uno por uno y descubrir que, aunque no te parezca, estas exactamente igual a como estabas antes de dudar, quizás con unos días de sufrimiento que te pesan de mas en la espalda, pero la esencia de tu ser, sigue tal y como estaba.
¿Y la diferencia cual es entonces?
Que dudaste, y al terminar de dudar, aprendes aquello por lo que antes dudaste y no lo dudas mas, en definitiva, y que ironía, dudás para dejar de dudar.
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