19 de diciembre de 2010

Elección

Parpadea. La ve a ella tendida en el suelo.
Parpadea. Siente el peso de la roca que sostiene sobre él.
Parpadea. Ve su rostro.
Parpadea. Lo entiende todo

Acto seguido, se levanta, aún con la roca en sus manos y la deja escapar. Ella lo mira, no hay sorpresa en sus ojos, ni siquiera sabe lo que acaba de pasar, pero se va corriendo.
Con tristeza, pero firmemente, el se recuesta en la hierba, aún sosteniendo la roca, voltea para verla una vez mas y la suelta sobre su cabeza.

Muere al instante.

Se había cansado de intentar, prefirió dejarla libre hasta que se canse y muera en ese enorme y complejo bosque, hasta que la tierra absorba sus restos y borre su recuerdo para siempre.

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